Actualmente nos encontramos en un punto de inflexión ideológico muy fuerte, donde la doctrina nacida de la Ilustración está aún fuertemente arraigada en nuestra cultura. Una cultura colonizadora basada en la supremacía blanca, masculina, heteronormativa y eurocéntrica. La idea de que el desarrollo tecnológico (progreso) es la solución a todos nuestros problemas está altamente difundida, y no solo entre los capitalistas convencidos, sino también entre un amplio sector de la izquierda.
“Acuñado por el crítico de tecnología Evgeny Morozov, el término ‘solucionismo tecnológico’ es la creencia errónea de que podemos hacer enormes progresos para mitigar dilemas complejos hasta solucionarlos en su totalidad, si reducimos sus elementos centrales a problemas de ingeniería más simples. Esto es atractivo por tres razones. En primer lugar, es psicológicamente consolador. Se siente bien pensar que, en un mundo complicado, los grandes retos se pueden solucionar de forma fácil y directa. En segundo lugar, el solucionismo tecnológico es económicamente atractivo. Promete una accesible, aunque no barata, solución milagrosa, en un mundo con recursos limitados para abordar muchos problemas apremiantes. En tercer lugar, el solucionismo tecnológico refuerza el optimismo en torno a la innovación, en particular la idea tecnocrática de que los enfoques de ingeniería para la resolución de conflictos son más efectivos que las alternativas que tienen dimensiones sociales y políticas.”1
Personalmente parto de la base de que la tecnología no es neutra, está creada por un grupo de personas concretas, con unos objetivos y propósitos determinados. Los propietarios, promotores y desarrolladores son unas pocas empresas multimillonarias dirigidas y compuestas principalmente por hombres blancos occidentalizados, con el principal objetivo de obtener más y más ganancias en la loca (i)lógica capitalista del beneficio sin límite.
La sociedad crea objetos y esos objetos transforman a la sociedad a través de su uso. Un ejemplo contemporáneo es cómo internet, los teléfonos móviles y la hibridación entre ambos ha modificado nuestra manera de relacionarnos. Y esto no solo es a nivel personal, sino también institucional y económico.2 Podemos ver claramente como el impulso y uso de las TIC (tecnologías de la información y comunicación) en los últimos años promueven descaradamente la ideología neoliberal individualista. Como bien expresa Almudena Hernando en su libro “La fantasía de la individualidad”:
“No se trata sólo de que producimos objetos individualizados porque nosotros lo estamos, sino de que a través del uso rutinario de esos objetos nos vamos individualizando cada vez más, por lo que en el futuro generaremos objetos crecientemente individualizados que potenciarán la lógica de la tendencia social. Piénsese, a este respecto, en la transformación que han experimentado las relaciones personales en los últimos veinte años y se hará evidente que no sería posible concebirlas sin los soportes materiales que constituyen su vehículo (teléfonos móviles, ordenadores, etc.); o recuérdese el cambio que están experimentando las pantallas de cine de los aviones, simultáneamente al aumento de la individualidad que nos caracteriza: hasta hace pocos años, todo viajero que volara en clase turista tenía una única opción de entretenimiento, expuesta en grandes pantallas que luego se fueron parcelando en otras más pequeñas repartidas entre los asientos. Los últimos modelos de avión han asignado, sin embargo, una pequeña pantalla a cada asiento, en la que cada pasajero puede elegir entre una variada oferta, lo que permite poner en juego los deseos personales en lugar de tener que adaptarse al deseo del programador de la compañía aérea. La cuestión es que el pasajero no sólo puede elegir, sino que tiene que hacerlo, lo que le obliga a plantearse cuáles son sus deseos y, en consecuencia, a reforzar así, de manera cotidiana e inconsciente, su individualidad.”3
Además la idea de que estas tecnologías hegemónicas, tal y como están concebidas a día de hoy, pueden producir más democracia, es en mi opinión una gran ilusión. El complejo y globalizador sistema necesario para producir, desarrollar y utilizar estas tecnologías están completamente fuera del alcance de cualquier, comunidad, movimiento social u organización revolucionaria fuera del circuito capitalista. Solo pensemos en cómo funciona internet, en los miles de kilómetros de cable submarino que conectan el planeta para proporcionarnos acceso a internet, los centros de datos computacionales que permiten que veamos vídeos en YouTube o los más de 200 compuestos minerales que son necesarios para crear un teléfono móvil. Pensar que podemos apropiarnos de dichas infraestructuras o crear unas alternativas es completamente inverosímil a día de hoy. La tecnología tiene dueños y no es el pueblo. El propósito de la tecnología que ofrecen no es democratizar la sociedad, sino hacerla más dependiente.
Si preguntamos a ChatGPT, sobre el futuro de internet nos dice:
«La internet del futuro tendrá una mayor interconexión entre los dispositivos y las personas”, y nos da una serie de menciones a la Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la tecnología 5G, la inteligencia artificial. “Esto significa que los hogares inteligentes, los vehículos autónomos y los dispositivos portátiles estarán conectados y podrán compartir información para brindar a los usuarios una experiencia más personalizada y cómoda”. Y para terminar de inquietarnos, agrega: “En el ámbito militar, el futuro del internet se enfocará en mejorar la eficiencia y la precisión de las operaciones militares a través de la tecnología de redes de comunicación avanzadas y la integración de sistemas autónomos y drones. Las fuerzas armadas ya están utilizando drones y robots terrestres para tareas de vigilancia y recolección de información, y se espera que la tecnología siga avanzando para permitir que estos dispositivos tomen decisiones autónomas en situaciones de combate».4
Es por ello que quiero llamar la atención sobre algunos puntos que parecen invisibles a la mayoría de nosotras. Y digo nosotras haciendo referencia al grupo social y cultural al que pertenezco: consumidoras de tecnología de perfil blanco, occidental, de clase media y de gran acceso al uso, disfrute y entendimiento de dicha tecnología.
1. Tecnoafecciones5
#Tecnoafecciones es una campaña del grupo hackfeminista ‘Sursiendo’6 de México. Dicha campaña busca concienciar sobre el proceso de producción y consumo de tecnologías desde sus diferentes fases: extractivismo, trabajo, infraestructura, uso y desecho. Como consumidoras de tecnología creo que somos extremadamente inconscientes e ignorantes sobre todos los impactos que tienen las tecnologías en las vidas de las personas, principalmente del Sur Global, así como de toda la vida en el planeta. Es por ello que quiero mencionar algunos datos significativos al tiempo que alento a consultar la campaña #tecnoafecciones.
Las TIC necesitan de un entramado complejo y globalizador para poder existir y funcionar. Tal y como son actualmente implementadas y sustentadas por el sistema capitalista las tecnologías son tremendamente injustas para una gran parte de la población y el planeta. Los materiales necesarios para poder producir tanto los dispositivos que llegan a nuestras manos (computadoras, tablets, celulares, relojes inteligentes y resto de IoT7) como la infraestructura externa necesaria para poder utilizarlos (cables, satélites, antenas, servidores web, etc.) son extraídos masivamente por empresas multinacionales. La explotación minera bajo el modelo extractivista del sistema capitalista actual es hoy el megaproyecto de mayor impacto tanto para la naturaleza como para las personas y es por eso que no puede ser ‘sustentable’, ‘verde’ o ‘responsable’. Prácticamente ninguno de los modelos de suministro (extractivismo), fabricación y distribución de tecnología generan procesos económicos locales, sino sistemas de explotación laboral prácticamente esclavistas de personas usualmente en el Sur Global, mientras las grandes ganancias las obtienen corporaciones transnacionales que implementan los proyectos.
La digitalización presente en prácticamente toda producción industrial y muchos aspectos de la vida social tiene un fuerte impacto ecológico. Ésta demanda enormes cantidades de energía, de materiales, de agua y genera grandes volúmenes de basura contaminante y difícil de gestionar. Por ejemplo, los centros de datos de las grandes empresas tecnológicas (Google, Amazons, AWS, etc…), son grandes instalaciones físicas con miles de computadoras que interactúan entre sí, que demandan energía de forma continua y grandes cantidades de agua para refrigerar dichos sistemas. Estas grandes empresas están entre los cinco principales consumidores de energía en Estados Unidos.
Según un estudio de investigadores de Google y la Universidad de Berkeley reseñado por Josh Saul y Dina Bass, el entrenamiento de un solo sistema de inteligencia artificial –ChatGPT-3 de la empresa OpenAI– consumió energía equivalente al gasto anual de 120 hogares en Estados Unidos. Estiman que emitió 502 toneladas de carbono, equivalente a las emisiones de 110 autos por año. Este entrenamiento inicial representa sólo 40% de la demanda energética del uso de ChatGPT. Además, el entrenamiento se debe renovar y aumentar todo el tiempo para no perder actualidad, lo cual hace que el gasto energético siempre vaya a más.8
2. Inteligencia Artificial y la tiranía de los algoritmos: sesgos racistas, culturales, patriarcales, clasistas, etc…
Debemos partir de que no existe una definición consensuada de qué es la Inteligencia Artificial (IA) y que además esta respuesta es muy compleja por lo rápido que evoluciona esta tecnología. Por lo general, se denomina IA a la capacidad de una máquina para ejecutar tareas que suelen realizar los seres humanos9. Creo que hay una cuestión filosófica sobre la propia denominación de “Inteligencia Artificial” ¿qué consideramos inteligencia? ¿qué significa artificial? ¿es posible desligarla de su impacto en la naturaleza? Además personalmente pienso que aún no se pueden realmente llegar a predecir las consecuencias de la aplicación y uso de la misma, pues como diría McLuhan, estamos más centrados en «contenido» que en el «medio».
“McLuhan describe el «contenido» de un medio como un jugoso trozo de carne llevado por el ladrón para distraer al perro guardián de la mente. Esto significa que las personas tienden a centrarse en lo obvio, que es el contenido, en brindarnos información valiosa, pero en el proceso, pierden en gran medida los cambios estructurales en sus asuntos que son introducidos de manera sutil o durante largos períodos de tiempo. A medida que los valores, las normas y las formas de hacer las cosas de la sociedad cambian debido a la tecnología, es entonces que las personas se dan cuenta de las implicaciones sociales del medio. Estos van desde cuestiones culturales o religiosas y precedentes históricos, a través de la interacción con las condiciones existentes, hasta los efectos secundarios o terciarios en una cascada de interacciones de las cuales no son conscientes.”10
Los sistemas de inteligencia artificial son alimentados por datos de personas de todo el mundo. En la mayoría de los casos sin el conocimiento y posterior consentimiento expreso de los mismos sobre la forma en que son almacenados y utilizados. Además, estos procesos que parecen tan automatizados, tienen detrás a miles de personas precarizadas que realizan tareas estresantes y repetitivas completamente necesarias para que funcione el algoritmo.
La mayoría de empresas que desarrollan IA están situadas en EEUU y cuentan con hombres blancos occidentales al frente de su desarrollo y comercialización. El hecho de que un sector tan pequeño de la población mundial controle esta tecnología hace poco probable pensar que no existen sesgos en los resultados.
“Los sistemas de inteligencia artificial sólo pueden alimentarse de los datos estadísticos de la realidad, que es racista, sexista, ecocida, económica y políticamente injusta, por lo que repiten estos mismos valores ad infinitum. La llamada «inteligencia» artificial, como chatGPT y similares, no son más que sistemas de razonamiento basados en estadísticas pasadas, que carecen de la posibilidad de imaginar realidades diferentes y, por tanto, afirman y promueven el statu quo.”11
Son bien conocidos los sesgos racistas, sexistas, homófobos, clasistas e ideológicos con lo que cuenta una parte de la IA. Vamos a ver algunos ejemplos claros de esta realidad.
En junio de 2020 el afroamericano Robert Julian-Borchak Williams fue detenido en la puerta de su casa en Michigan por un supuesto delito de hurto. La detención se basó en un error del software de IA de reconocimiento facial de la policía. Este programa es utilizado por más de 20 años aún sabiendo que el sesgo de raza en dichos sistemas es porcentualmente alto y que induce a graves errores, por lo que hay decenas de recomendaciones de dejar de utilizarlos.
Otro caso conocido es el sistema algorítmico aplicado por las autoridades fiscales neerlandesas para detectar solicitudes incorrectas de prestaciones por hijos y posibles fraudes. Las autoridades fiscales utilizaron la información sobre si un solicitante tenía la nacionalidad neerlandesa como factor de riesgo, y los ciudadanos no neerlandeses recibieron puntuaciones de riesgo más altas. El diseño del algoritmo reforzó los prejuicios institucionales existentes sobre la relación entre etnia y delincuencia. Estos defectos de diseño discriminatorios se reprodujeron mediante un mecanismo de autoaprendizaje que significaba que el algoritmo se adaptaba con el tiempo en función de la experiencia, sin ninguna supervisión humana significativa. El resultado fue un bucle discriminatorio en el que los ciudadanos no neerlandeses eran señalados como posibles autores de fraude con más frecuencia que los de nacionalidad neerlandesa.12
De igual forma recordar el caso de estudiantes del Reino Unido que debido a la pandemia COVID-19 fueron calificados por un software. Para determinar qué calificación hubieran obtenido si se hubieran presentado a examen, el programa tomó calificaciones existentes y también tuvo en cuenta el historial de su escuela de los últimos años. Esto terminó penalizando a los mejores estudiantes de barrios pobres y de minorías raciales, que por lo general obtienen calificaciones promedio más bajas que en escuelas donde asisten estudiantes de mayor poder adquisitivo.
Mucha de la tecnología, pero especialmente la IA, operan con lo que se conoce como “una caja negra”. Debido al secreto profesional e industrial las empresas no están en la obligación de publicar cómo funcionan los procesos de esas tecnologías para alcanzar los resultados que ofrecen. Por lo tanto, aunque se puede llegar a conocer la información suministrada a un algoritmo, se ignora si ha existido discriminación de algún tipo para llegar a dichos resultados. Prácticamente todo el software privativo opera con cajas negras, pues al no poder leer el código, no sabemos qué está haciendo realmente ese programa.
“No obstante, la discriminación puede resultar también intencional. El odio, la división y la mentira son buenos para los negocios: multiplican los intercambios a monetizar. En este campo, la producción de discriminación se puede esconder bajo secreto empresarial. Hay pruebas a granel de ello. El sistema COMPAS, utilizado en Estados Unidos para predecir reincidencia en delitos, ha sido cuestionado porque los acusados afroamericanos sufren el doble de probabilidades de ser calificados de modo erróneo por el sistema. Un mismo curriculum vitae tiene 50% de posibilidades más de pasar a una entrevista de trabajo si el nombre del candidato es identificado por el algoritmo como europeo-americano, que como afroamericano.”13
Por otro lado creo que hay que pensar en la rendición de cuentas y responsabilidades. Como éstas se diluyen cuando se deja el trabajo y toma de decisión en manos de un algoritmo, (sobre todo si éste trabaja sin supervisión humana), confiando en que la IA va a trabajar de una manera 100% lógico-racional. Si un algoritmo falla ¿de quién es la responsabilidad?
3. Vigilancia, manipulación y tecnología
Los sistemas de inteligencia artificial se expanden y abarcan cada vez más aspectos de nuestra vida cotidiana aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Todos ellos se alimentan de los datos que les regalamos a cambio de utilizar los servicios y aplicaciones a los que accedemos. Datos que no quedan aislados por actividad o empresa, sino que se integran en sistemas informáticos que se pueden conectar entre sí. La mayoría de los datos van a parar a muy pocas nubes informáticas gigantes. Casi la totalidad de los datos electrónicos comerciales, personales y gubernamentales están almacenados en las nubes informáticas de Microsoft, Amazon, Google y pocas más.
“La recolección de nuestros datos no es un efecto secundario, sino un propósito de estas empresas, ya que su interpretación por sectores de población (etarios, de género, geográficos y de poder adquisitivo, entre otros), por intereses, posiciones políticas y un largo etcétera, es lo que las tecnológicas venden a otras compañías para mercadeo o manipulación de nuestras decisiones. El almacenamiento de esta cantidad inmensa de datos es imposible sin las gigantescas nubes de computación de las empresas, y a su vez, solamente sistemas automatizados de inteligencia artificial pueden interpretarlos.”14
La UE ya está comenzando a legislar en cuanto al uso de la Inteligencia Artificial y se espera que para finales del 2023 haya un texto definitivo. El artículo 5.1 de la Propuesta de Reglamento de la Inteligencia Artificial evidencia la posibilidad real de manipulación del inconsciente humano para que las personas tomen ciertas decisiones influenciadas por la IA. Hay que decir que dicho artículo, tal y como está expresado en la propuesta actual, deja un gran marco de actuación para que las empresas puedan utilizar este tipo de tecnologías que acceden al inconsciente y condiciona subliminalmente el comportamiento.15
Otro punto importante es el uso de la biometría para la lectura de emociones en las personas. A este tipo de IA se la conoce como algoritmos extractivos y posibilitan la cartografía humana. Esto quiere decir que una IA tiene la capacidad de leer nuestras intenciones, emociones y estados de ánimo.16 Y aunque este tipo de tecnología pretende también estar regulada en el Reglamento, y éste prohibirá su uso en ciertos casos específicos, basa el uso de esta tecnología al conocimiento y consentimiento previo del usuario. El problema que todas aquí conocemos es que nadie se lee los “términos y condiciones” de las aplicaciones que utilizamos, y que muchas veces la burocracia estatal y las empresas no te dan la opción de no utilizar sus servicios (reconocimiento biométrico en los sistemas de seguridad de aeropuertos o uso aplicaciones de celulares para utilizar el transporte público).
En especial las tecnologías de reconocimiento facial para la identificación son sistemas de vigilancia masiva que violan el derecho a la intimidad y amenazan los derechos a la libertad de reunión, la igualdad y la no discriminación.
«El uso generalizado de la tecnología de reconocimiento facial es, en la práctica, una detención y cacheo digital. El uso de tecnología de vigilancia masiva en los lugares de protesta se está utilizando para identificar, rastrear y acosar a personas que simplemente están ejerciendo sus derechos humanos.”17
“Las tecnologías utilizadas en la frontera como, por ejemplo, los sensores de tierra, drones de vídeo vigilancia, y sistemas de identificación y procesamiento como el reconocimiento facial, bases de datos biométricos, y procesos de toma de decisiones sobre visas y asilo, forman parte del resguardo en la frontera, y constituyen una estrategia de prevención y disuasión de la migración irregular. De este modo, la Agencia de Protección Fronteriza Estadounidense (CBP, por sus siglas en inglés) utiliza estas herramientas, así como la inteligencia artificial y drones militares con tecnología de reconocimiento facial para monitorear a migrantes mucho antes de que lleguen a la frontera sur.Esta tecnología incluye la habilidad de escuchar conversaciones entre migrantes para identificar y ubicar a individuos intentando cruzar la frontera, lo que deriva en agilizar procesos de detención y deportación.”18
4. Soluciones: alfabetización digital crítica, apropiación y reutilización tecnológica, uso y promoción del software libre, repensar las tecnologías desde los afectos, los cuidados y los valores humanos.
Debemos partir de que a día de hoy una gran parte de la población mundial, de uno modo u otro, es impactada cada vez más por las tecnologías y el mundo virtual. Así mismo la tecnología también nos trae muchas posibilidades positivas, desarrollos en la medicina, las comunicaciones, la creatividad y el arte, etc. Por lo tanto, negar o renegar de la tecnología no es una opción acertada si queremos leer la realidad tal y como se nos presenta.
“En un contexto donde el conocimiento, la reflexión tecnológica y la propia tecnología han sido pensadas y construidas desde marcos racionalistas, occidentales, masculinos y blancos es urgente revincularnos con las tecnologías desde los afectos, los cuidados y los valores que sostienen para crear otros futuros posibles, futuros que sean dignos y tecnodiversos.”19
Creo que un primer paso muy importante para repensarnos la tecnología es hacernos algunas preguntas sobre cómo nos relacionamos con ella. Muchas de estas preguntas ya se las hacen compañeras de los territorios latinoamericanos de la tecnoresistencia: ¿cómo nos afectan y cómo afectan las tecnologías a las demás? ¿Con quiénes es justa? ¿Para quiénes está diseñada? ¿Qué se busca con ella? ¿En qué sentido y para qué la necesitamos? ¿Qué tipo de vidas, cuerpos y territorios produce? ¿Realmente necesito este dispositivo, esta aplicación/programa, hacer este click, entregar esta información? ¿qué tecnologías posibilitan el tipo de mundo que queremos habitar y cuáles son falsas pantallas que reproducen la lógica neoliberal?20
En concreto podemos considerar internet como otro territorio en disputa, donde hay una lucha ideológica entre las fuerzas de la civilización democrática y la capitalista. Podemos entender internet, al igual que el resto de territorios que habitamos, como un espacio complejo donde construir relaciones amorosas, colectivas, de cuidados hacia nosotras, las otras y lo otro. Es por ello que tenemos que hacernos muchas preguntas sobre cómo nos movemos en ese territorio internet. ¿qué compartimos? ¿con quiénes nos comunicamos? ¿para qué lo hacemos? ¿a través de qué plataformas y con qué aplicaciones/programas? ¿por qué elegimos lo que elegimos? y ¿de qué manera podríamos elegir algo distinto?
A día de hoy millones de personas en todo el mundo utilizan las TIC para comunicarse en su día a día. La mayoría de las veces hacemos uso de estas tecnologías sin ni siquiera preguntarnos ¿cómo funcionan realmente? ¿quiénes las controlan? ¿cómo se financian? La alfabetización digital desde la crítica es imprescindible si queremos que tanto nosotras, como la sociedad de la que hacemos parte, sea más consciente y tome decisiones más autónomas y libres sobre el uso que hacen de la tecnología. El derecho a la privacidad en internet, la autonomía y seguridad digital debe estar al alcance de todas. Existen un montón de colectivos que promueven y facilitan el uso de software libre, prácticas de seguridad digital e impulsan la concienciación en el uso de las tecnologías.
El uso del software libre no solo debe determinarse por si es gratuito o no. La elección de usar software libre es profundamente política, y nos habla del derecho a saber cómo funciona un programa y qué hace exactamente, a modificarlo y distribuirlo libremente. El software libre no determina pero sí posibilita el curiosear un objeto y la técnica, abre puertas al auto-aprendizaje. Así mismo promueve el trabajo colectivo, donde cada persona puede participar aportando su pequeño grano de arena para un fin común mayor. El problema de la gratuidad va mucho más allá del software libre o privativo, es la falsa creencia de que porque no te cobran monetariamente pensamos que es gratis. Ningún servicio o producto desarrollado por el capitalismo es gratis. El cobro que hacen son nuestros datos, tanto que al final nosotras mismas nos convertimos en el producto a comercializar.
Al rededor de la tecnología hay un mito. Se nos entrega unos dispositivos brillantes, fáciles de usar, adictivos y se nos dice: ¡úsalo, pero no preguntes cómo funciona! Ese mito promueve una jerarquía (orden divino), la de aquellos que saben y los que no saben. Es cierto que, como en cualquier disciplina, el conocimiento puede profundizarse infinitamente. Pero también es cierto que hay unos aprendizajes básicos que están al alcance de todas y que sería importante conocer para poder hacer un uso más consciente de herramientas que utilizamos todos los días: ¿qué es y cómo funciona internet? ¿cómo funciona la tecnología celular? ¿de qué están hechos los dispositivos que utilizamos? ¿qué costo natural y humano tiene? ¿cómo funcionan las principales aplicaciones y programas que usamos? ¿quiénes son sus dueños y cuál es su modelo de negocio? ¿hay alternativas a ellas?
1 https://letraslibres.com/ciencia-tecnologia/future-tense-chatgpt-inteligencia-artificial-exageracion-solucionismo/
2 https://www.15-15-15.org/webzine/2018/08/07/es-la-tecnologia-neutral/
3 Hernando, Almudena; La fantasía de la individualidad, https://traficantes.net/sites/default/files/pdfs/map50_la%20fantasia_web.pdf; pag 29 y 30
4 https://sursiendo.org/2023/04/futuro-de-internet-frente-a-la-inteligencia-artificial-corporativa-la-inteligencia-colectiva/
5 https://sursiendo.org/tecnoafecciones/
6 https://sursiendo.org/quienes-somos/
7 IoT: Internet of Things
8 https://www.jornada.com.mx/2023/04/08/opinion/015a1eco#texto
9 https://legrandcontinent.eu/es/2023/03/20/poderes-de-la-ia-una-introduccion-en-10-puntos-clave/
10 https://es.wikipedia.org/wiki/El_medio_es_el_mensaje
11 https://www.nodal.am/2023/06/secretos-sucios-de-la-inteligencia-artificial-por-silvia-ribeiro/
12 https://www.amnesty.org/en/latest/news/2021/10/xenophobic-machines-dutch-child-benefit-scandal/
13 https://oncubanews.com/opinion/columnas/la-vida-de-nosotros/la-historia-del-algoritmo-los-fallos-de-la-inteligencia-artificial/
14 https://www.jornada.com.mx/2023/04/08/opinion/015a1eco
15 https://ignasibeltran.com/2023/05/26/preocupante-regresion-de-la-propuesta-de-reglamento-de-inteligencia-artificial-la-mente-inconsciente-profundamente-amenazada/
16 https://ignasibeltran.com/2023/06/19/inteligencia-artificial-y-reconocimiento-biometrico-de-emociones-una-valoracion-a-la-luz-de-las-enmiendas-del-parlamento-europeo-a-la-ley-de-inteligencia-artificial/
17 https://www.amnesty.org/en/latest/news/2022/02/usa-facial-recognition-technology-reinforcing-racist-stop-and-frisk-policing-in-new-york-new-research/
18 https://idehpucp.pucp.edu.pe/analisis1/muros-digitales-las-implicaciones-de-las-nuevas-tecnologias-digitales-en-fronteras/
19 https://sursiendo.org/2023/07/campana-tecnoafecciones/
20 https://sursiendo.org/2023/04/entramados-hackfeministas-curiosidad-tecnologia-y-cuidados/
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